Historia

En tierras del Partido de Saladillo se creó éste, por Ley del 24 de Junio de 1913, siendo cabeza del mismo el pueblo de Roque Pérez que recuerda al jurisconsulto y hombre público fallecido víctima de su abnegación cuando ejercía la Presidencia de la Comisión Popular de Defensa de Buenos Aires durante la epidemia de 1871.

El poblado se origina con motivo de la habilitación del ramal del Ferrocarril del Oeste, luego Ferrocarril del Sud, tramo Lobos-Saladillo el 21 de setiembre de 1884. El primer amanzanamiento es trazado en tierras cedidas por don Pedro Gutierrez, como asimismo el lugar que ocupa la Estación Ferroviaria (auténtico testimonio fundacional).

El Santo Patrono de Roque Pérez es San Juan Bautista, cuya celebración es, precisamente, el 24 de Junio. La primera capilla bajo esta advocación fue inaugurada en el año 1899. Existe y ha sido restaurada, como símbolo histórico.

Don Pedro Gutierrez adquirió, en 1819, las tres leguas cuadradas y tres tercios de otra, dentro de las cuales se fundó y formó el pueblo de Roque Pérez.

Fue un criollo auténticamente argentino que tuvo la intuición maravillosa de lo que podían ser estos campos fecundados por el trabajo que honra y dignifica a los hombres y a las comunidades. Y los fue enajenando paulatinamente a fin de que sobre la soledad de la pampa surgieran las estancias que fueron atalayas de la civilización. Entre ellas fue la suya, nunca olvidada. Tenía un nombre que nos es grato repetir "La Media Luna". Estaba situada en las proximidades de la manzana ocupada actualmente por el campo de deportes del Club Alumni.

Otros trazados se agregaron en el tiempo (Espelosín, Del Mármol, Goñi, etc.) que forman la traza urbana de la actual ciudad que fue elevada a ese rango por Ley N° 6528 del 14 de setiembre de 1961. Merece citarse, porque en la época de don Juan Manuel de Rosas, más que una pulpería, fue un fuerte contra los malones, La Paz ubicada en el paraje que lleva ese nombre, tiene un carácter histórico que es siempre evocado con profunda emoción.

Roque Pérez es conocido por haber sido la ciudad donde nació en 1895 el tres veces presidente constitucional Juan Domingo Perón. La casa natal de Perón fue nombrada monumento histórico nacional.



Vida y obra de José Roque Pérez PDF Imprimir E-mail

"El doctor José Roque Pérez fue un hombre bueno, fue un ilustrísimo personaje de su época, un enamorado propulsor de la unión de los argentinos, que murió enarbolando la bandera sublime de la caridad".

Así finaliza Osvaldo Cecchi el prólogo de su obra de recopilación sobre la historia de José Roque Pérez que fue publicado por el Rotary Club en el año 1963. De esta obra transcribimos los párrafos más sobresalientes.

Niñez y juventud de Roque Pérez (1815 a 1839)

Nació en la ciudad de Córdoba, el 15 de agosto de 1815, hijo de don José Ramón Pérez y doña Salustiana Racedo y Arias.

Años después la familia se traslada a Buenos Aires y José Roque entra en la Escuela de Ciencias Morales, reciente creación de Rivadavia.

Ingresa a la Universidad y luego en la Academia de Jurisprudencia para ejercitarse en las prácticas forenses y obtener el título de abogado el 1º de junio de 1839.

El joven abogado enfrenta la vida (1839 a 1852)

Roque Pérez obtiene su título de abogado en pleno gobierno de don Juan Manuel de Rosas. Este le designa Defensor de Pobres y Menores y le honra con el cargo de censor de la Academia de Jurisprudencia. Pero no dura mucho en sus funciones y es exonerado. En aquellos tiempos eso equivalía a ser declarado sospechoso, ser vigilado y dificultado en el ejercicio profesional.

Vecino a la casa de los Pérez vivía el doctor Felipe Arana que era Ministro de Relaciones Exteriores y que, enterado de sus problemas, prestigio y avaló ante el mismo Rosas los merecimientos de Roque Pérez, tal es así que éste le designa oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores el 2 de enero de 1843.

Roque Pérez estaba enamorado de Carolina Achaval pero cuando quiso formalizar sus intenciones, el futuro suegro se opuso a ello. La misma novia llevó ante el Tribunal el pedido de venia para contraer matrimonio (tenía quince años). Rosas da fe ante el tribunal de la solvencia moral de Roque Pérez. El matrimonio se efectúa el 28 de junio de 1843.

Poco dura su felicidad porque a los 17 meses fallece su flamante esposa, dejándole un hijito de cinco meses de edad. Roque Lucio Pérez Achaval.

Las relaciones del Ministro Arana con Roque Pérez se habían estrechado y en muchas ocasiones seguían en casa de aquél, el estudio de asuntos de Estado. Las tareas se continuaban hasta altas horas de la noche. Así surgió la simpatía y el amor entre Mercedes Arana y el doctor Roque Pérez. Contrajeron enlace el 3 de febrero de 1848 en el templo de San Francisco.

Años después lo rodean nueve hijos y deja asentado en su diario, su agradecimiento al Supremo Hacedor por haberle brindado un hogar ejemplar, lleno de felicidad.

Su vida pública (1852 a 1870)

Estalla el levantamiento de Urquiza y el 3 de febrero de 1852 las fuerzas de Rosas caen derrotadas en Monte Caseros. Las nuevas autoridades designan al doctor Roque Pérez encargado del Ministerio de Relaciones Exteriores el 22 de mayo de 1852.

El 2 de agosto se le encomienda la redacción del Código Civil, Comercial y Criminal.

Roque Pérez se había mantenido siempre al margen de la lucha entre facciones y tendencias. Le honran con su amistad viejos maestros, exilados unos, en el país otros. Con Sarmiento le liga una sólida comunidad de ideas, Urquiza le cuenta entre sus amigos y Varela le valoriza en grado sumo.

El director Supremo de la Confederación Argentina y el Gobierno de Buenos Aires discrepan, las jornadas se hacen difíciles y el 11 de septiembre de 1852 triunfa la revolución encabezada por el general Pirán. Roque Pérez es desterrado a Montevideo. Regresa en noviembre cuando Valentín Alsina levanta la interdicción que pesaba sobre los exilados.

Amigos tiene en las dos tendencias que luchan por interponer sus principios. Se hace una promesa y la va a cumplir: la unión y la paz verdadera entre sus hermanos.

El 6 de diciembre de 1852 lo designan juez en lo criminal pero renuncia. No quiere reintegrarse a la burocracia. Su actuación profesional lo ha rodeado de un prestigio tal que su consejo y dirección legal es buscada por lo más destacado de la sociedad.

Acepta funciones culturales y toda tarea que lleve a la hermandad entre los argentinos. Es entonces cuando surge la masonería, pero no con el criterio de masonería desintegracionista sino iluminada por el espíritu contrario. Entre los fundamentos de su creación está el brindarse a los desposeídos, a los no videntes, a los enfermos, a los ancianos.

Se funda la escuela de los no videntes y el asilo de mendigos en 1859 que es presidido por Roque Pérez que era ya Gran Maestre 33 de la masonería. Después la masonería acude en auxilio de Mendoza cuando sufre un terremoto.

El 2 de enero Roque Pérez es designado convencional en la Constituyente de Buenos Aires.

Los inválidos de la Guerra del Paraguay presentaban un cuadro de gran dolor. Y allí apareció Roque Pérez con sus amigos para dar una mano.

La actuación de Roque Pérez como miembro integrante de los delegados de Argentina, Brasil y Uruguay para poner fin a la guerra del Paraguay marca una etapa feliz pero llena de complejidades. Recae en el la tarea de organizar un gobierno de paz en Paraguay y logra su fin.

El pueblo paraguayo estaba hambriento, casi desnudo y sin asistencia sanitaria. También lucha para resolver esos amargos problemas y logra que la iglesia católica se una a la masonería en su acción.

Mientras ejercía ese apostolado de la bondad también desempeñaba la función de miembro fundador del Colegio de abogados (27 de abril de 1857) y desde el 14 de agosto se desempeñó como catedrático de derecho internacional de la Universidad de Buenos Aires y el 12 de noviembre redactor del Código Penal.

Contagiado por el entusiasmo de Sarmiento acepta el cargo de presidente de la Comisión de Escuelas de Catedral al Sud.

El 22 de febrero de 1858 es designado miembro de la Academia de Jurisprudencia y se hace cargo dos años después de la Escuela Modelo de Catedral al Norte.

El 11 de noviembre de 1862 a los 44 años de edad y con hijos pequeños todavía, muere su segunda esposa Mercedes Arana. José Roque Pérez escribía en su diario íntimo: "Era una santa consagrada su vida a todas las virtudes domésticas y dejando en sus hijos un vacío que sentirán toda su vida".

La vida de José Roque Pérez recibe golpes brutales. Se había hecho cargo del hogar su madre doña Sebastiana pero fallece nueve meses después. Cuando todas las esperanzas de José Roque Pérez para solucionar el desamparo familiar de sus hijos recaen en su hermana soltera Vicenta Pérez, ella fallece cinco meses después.

En 1866 es nombrado miembro del Consejo de Instrucción Pública. Un año más tarde lo nombran director del Banco de la Provincia de Buenos Aires y en 1869 presidente de la Municipalidad.

Considerando que la conquista de las tierras del mamuel-mapú (así se llamaban las tierras al sur del río Saldo acepta la designación y trabaja para llevar el progreso y la civilización junto a los rieles del ferrocarril que llega así hasta Lobos, habiendo allí en la estación una placa que recuerda a José Roque Pérez.

El 5 de marzo de 1870 es nombrado presidente de la Academia de Abogados.

El problema de la salubridad ya era serio en Buenos Aires. Las aguas contaminadas del subsuelo constituían una seria amenaza para la ciudad que iba creciendo. Entonces es elegido miembro de la Comisión de las Aguas Corrientes.

La estancia San José

Compra cerca de la ciudad de Rosario un campo de dos leguas en San Sebastián y paras administrarlo se asocia con su hermano, doctor Eugenio Pérez. Ese paraje lleva el nombre de Pérez en memoria de Eugenio y Roque.

También adquiere en el año 1857 otro campo en el actual partido de Roque Pérez. Es un campo de ocho leguas de extensión que deja administrar a su hermano Emilio. Allí al construir el casco de la estancia levantó una capilla a la que impuso el nombre de San José.

De ninguno de esos campos llegó a ser propietario absoluto. No llegó nunca a saldar la cuenta de sus importes. Narran que al cambiar de dueños esa estancia, sus descendientes distribuyeron en varios templos los ornamentos para la sagrada misa y que algunos de ellos fueron entregados a la vieja capilla de nuestra ciudad.

En aquella estancia combina su labor como criador con los hermanos Juan y Nicolás Anchorena y dos años después coloca al frente de la misma al hijo que tuvo con su pimera esposa, Carlos Lucio Pérez Achaval.

José Roque Pérez lucha contra la fiebre amarilla (1870 a 1871)

La ciudad de Buenos Aires comienza a ser sacudida por un terrible flagelo: la fiebre amarilla. Las riberas del Riachuelo estaban atestadas de saladeros, las aguas detenidas muchas veces por la sudestada no descargaban en el río. Un ambiente malsano envolvía la ciudad. Las primeras napas no descendían y los pozos ciegos contaminaban el agua. Sólo las familias pudientes disponían de aljibes donde se juntaba el agua de lluvia. Carecía la ciudad de toda obra sanitaria. El verano había sido implacable y los aguateros que traían sin filtrar el agua del río no daban abasto.

Comienzan a reproducirse los casos de fiebre amarilla. los recursos modestos del gobierno de Sarmiento son insuficientes. Las familias de más recursos abandonan la ciudad y se van a las quintas y chacras vecinas y a las estancias. El cordón sanitario ya no era posible, había que combatir el mal que ya no hacía distinciones entre humildes y ricos. Cada mil habitantes, 106 morían por la fiebre. El cementerio del norte debió cerrarse.

El diario de Mitre y el de Varela incitan a que se tome una determinación y convocan al pueblo a una asamblea popular que se realiza el 13 de marzo de 1871 con la presencia de ocho mil personas. Héctor F. Varela pronuncia el nombre de Roque Pérez que es aclamado por el pueblo.

Su familia quiere quedarse con el pero José Roque Pérez los convence de irse a la estancia San José. Solo permanecen en Buenos Aires sus dos hijos mayores. Como sabe que va a jugarse entero, se encierra en su escritorio y redacta su testamento.

Las víctimas de la fiebre llegaron a ser 200 por día. Fuera de las casas, los ataúdes se apilaban hasta de a tres. Fue necesario tender una vía férrea provisoria para sacar rápidamente los cadáveres que eran un peligro de contaminación.

José Roque Pérez se reúne con sus amigos Varela y Carlos Guido Spano y les lee su testamento. Varela protesta por ese presagio y dice: Somos muchos los de la Comisión Popular. Usted debe ser el último en caer. Pero no iba a ser así.

En la noche del 20 de marzo se produce un hecho que la historia recoge y que Blanes, célebre pintor uruguayo interpreta. Un urgente llamado de la comisión hace que Roque Pérez y Argerich se dirijan presurosos a un conventillo de la calle Balcarce. Al entrar en un cuarto encontraron una escena tétrica. En un catre tijera yace un hombre muerto y en el suelo, en los estertores de la agonía, se revuelve una madre joven, a cuyo pecho descubierto se aproxima su hijito acuciado por el hambre. Roque Pérez estrecha contra su pecho al pequeño y corre a depositarlo en la casa de Espósitos y vuelve al lugar de la tragedia. Allí se contagia y cae enfermo.

Falleció a las 7 y 30 horas del 26 de marzo de 1871. La noticia de su muerte corrió por toda la ciudad pero ésta estaba disgregada. Recién el 28 de marzo se publica su muerte en la primera plana del diario La Nación de Bartolomé Mitre.

En su sepelio, el doctor Luis F. Varela en representación de Sarmiento, en su carácter de presidente de la Nación, dijo: "Que los que mueren dándonos ejemplo no es sepulcro el sepulcro, sino templo".

Pocos años después, acallado el dolor de la tragedia, sus restos fueron trasladados al cementerio de la recoleta. Fue una ceremonia íntima. Estaba allí un mozo tucumano que hacía muchos años atrás se había acercado a José Roque Pérez para buscar que lo alentara y guiara en la conquista de Buenos Aires. Se acercó al féretro y quiso pronunciar unas palabras. Era un famoso orador político y parlamentario. Pero fue tal su congoja que no pudo decir nada. Era el presidente de la Nación Nicolás Avellaneda.

 
Autonomía PDF Imprimir E-mail

En 1913 Eulogio M. Berro presentó en la Cámara el proyecto de creación del Partido de Roque Pérez. En los fundamentos del proyecto se ponía de manifiesto que de acuerdo al censo realizado en 1911 la población se componía de 3.280 habitantes urbanos y 3.042 habitantes rurales. También se destacaba la existencia de 143 establecimientos comerciales y la asistencia de 500 alumnos a las seis escuelas que entonces funcionaban.

Para crear nuestro municipio se tomaron aproximadamente 90.000 hectáreas de Saladillo y 10.000 de 25 de Mayo. Por la Ley de Ampliación del 14 de junio de 1914, se le anexó a Roque Pérez el Cuartel 5º del Saladillo.

Fue elevada al rango de ciudad  por Ley N° 6528 el 14 de setiembre de 1961.

 
Las carretas PDF Imprimir E-mail

Por el año 1870 pasaban por las tierras que hoy son el Partido de Roque Pérez, dos tropas de carretas: una propiedad de Juan Bruzone y la otra de Vicente Rivas. Salían de Saladillo en viaje a Buenos Aires, marchando en caravana para afrontar los peligros de la travesía, arreando carne en pie. Pasaban por estas tierras rodeados de jinetes, en constante peligro de un malón, y de regreso, después de 20 días de viaje, eran esperadas por los primeros pobladores, porque le traían mercaderías de Buenos Aires y las modas de esa época de fabricación inglesa. Cuando el Río Salado crecía hasta desbordar y los caminos se ponían intransitables, hubo veces que se apostaron en una y otra ribera del río hasta 50 carretas. Allí esperaban las mercaderías, que eran transportadas en botes o balsas, en el paso que le llaman el "Cuiben", después denominado "Paso de Arrechea".

 
La chata de Paco Silveyra PDF Imprimir E-mail

La chata que se encuentra en "Los Baguales" es propiedad de la familia Silveyra. Paco Silveyra la hizo construir en 1919 en una herrería de Chillar, partido de Azul. Realizó viajes desde Norberto de la Riestra a Balcarce que duraban seis meses. Alguna vez transportó hasta 250 bolsas de trigo (14 toneladas). Era tirada por 12 y hasta 18 caballos, y sus ruedas dejaban huellones de 30 cm. de profundidad. En 1960 fue reconstruida totalmente en una herrería de Ernestina.

 
La fábrica de tejidos PDF Imprimir E-mail

En 1891 se inauguró en Roque Pérez una fábrica de tejidos, frazadas, tricotas, ponchos de la firma Williams Patts, Roche y Cia. Empleaba más de 150 personas, pero en 1896 cesó su actividad debido a que la Municipalidad de Saladillo la obligaba a hacer un costoso acueducto para llevar al Salado las aguas servidas del lavadero de lanas. La fábrica levantó sus maquinarias y se trasladó a Montevideo. El local fue vendido a Juan Fenochietto que lo utilizó como depósito de cereales.

 
El censo de 1932 PDF Imprimir E-mail

El censo de 1932 arrojó un número de 12.122 habitantes para nuestro partido. La industria se componía entonces de tres fábricas lácteas (había una buena cantidad de tambos) El comercio local había comenzado a incrementarse en 1929 con la instalación de la sucursal del Banco de la Nación Argentina, que además evitó a los pobladores la molestia de viajar a Lobos o Saladillo para realizar sus operaciones bancarias (hay que recordar que en aquel entonces la ruta 205 era un camino de tierra). La crónica de la época cuenta que había once casas de comercio importantes y que la principal era la casa Espelosín fundada en 1883. Contando los comercios más pequeños se sumaban 400 establecimientos comerciales. Además, había cuatro hoteles: "Hotel Espelosín", "El Vasco Argentino", "Hotel Buenos Aires", y otro que no se conocía el nombre.

 
Creación del hospital PDF Imprimir E-mail

El primero que ideó la creación del Hospital, según Rivas Barboza narra en su libro "Formas del pasado", fue Juan P. Iriarte. Junto a él integraron una comisión Juan Espelosín, Antonio Echarren, y Angel Sierra, entre otros. Cuando Espelosín hizo la donación del terreno, la comisión puso manos a la obra solicitando aportes voluntarios al vecindario del partido. Todos los hacendados donaron animales vacunos, otros hicieron donación de ladrillos y hasta los carreros que los llevaron al pie de la obra lo hicieron gratuitamente.

Con la hacienda donada se realizó un remate feria. Los lotes eran comprados a buen precio y vueltos a donar. Hubo lotes que se vendieron hasta cinco veces.

El Hospital fue inaugurado el 16 de diciembre de 1928. Contaba con 13 socios protectores y 116 socios activos. Los doctores Diógenes Gotuzzo y Juan Elordi prestaban sus servicios ad honorem y se contaba en los inicios con 22 camas.

 
Creación de la biblioteca PDF Imprimir E-mail

En el año 1934 se fundó, con la cooperación de los vecinos y el comercio, la Biblioteca Popular Esteban Echeverría. Allí se dictaban clases gratuitas a los adultos analfabetos. Por esos años Rivas Barbosa decía: "¡Con cuanto cariño trabajé en pro de esta biblioteca!, a fin de que fuera lo que debía ser: un centro cultural; pero la apatía por la lectura, especialmente en lo que se refiere a la juventud, que hoy sólo se preocupa por el fútbol, no dió el resultado que de ella se esperaba".

 


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